Los bancos para quinchos con respaldo, rústicos de madera o lustrados con laca poliuretanica poseen pros y contras respecto a su principal competencia, las sillas, a saber: Como pros encontramos a los bancos ligeros de aspecto, lo que “aliviana” el conjunto y le da aire de distendido; la mayoría de las medidas de los bancos de jardín apunta a cubrir el ancho de la mesa, con lo cual se aprovechan mejor las cabeceras; las medidas generosas aportan algunos centímetros más por comensal respecto a las sillas. Como contra partida esos centímetros de más pueden resultar en un comensal menos por lado respecto a las sillas; los bancos de madera son algo más pesados de que las sillas; no son apilables no plegables.
Contemplando estas variables cada usuario sabrá que le conviene para su galería o quincho que como suele suceder, es un espacio único e irrepetible.
Al elegir la madera, ponemos verdadero énfasis en las especies nobles como el incienso, que además de resistir los embates de los distintos factores climáticos (lluvia, sol intenso, etc.), por su dureza y compacidad interior, son maderas de gran belleza, para las cuales hemos desarrollado sistemas especiales de fabricación en los cuales cuidamos artesanalmente todos los detalles de fabricación, consientes de que estos no son muebles que vayan a renovarse periódicamente, por lo cual además, a todos nuestros muebles les aplicamos un tratamiento de acabado superficial de lustre a la laca, lo que aumenta su durabilidad y realza la belleza de la madera.